Mientras atravesaba la cordillera cai en la cuenta de lo que sucedia. De pronto me encontre en la llanura absoluta. No habia una sola montaña donde fuera que mirara y solo entonces comprendi lo que estaba haciendo. Pero no era alejarme de la tierra lo que me asutaba. No era dejar de ver montañas, ni la nueva ciudad que se elevaba como una historia sobre ciencia ficcion y olvido.
Me di cuenta de que no vivo en la tierra, sino mas bien en un plano ajeno al espacio. Lo habia perdido todo y avanzaba como un envase vacio. Eso soy ahora. La materia en cuyo nucleo late la fuerza que mantiene sus particulas coecionadas. Preparado para recibir toda la experiencia y hacer que su esencia forme parte de mi propia esencia. Y luego volver a vaciarme. Y volver a llenarme. Por eso no es el lugar del que me alejo, sino las personas de las que me alejo. Pero eso no significa que las pierda, porque ya son parte de mi.
Pero ni siquiera ser conciente de eso me mantiene en paz. Porque soy un contenedor incompleto. Todos lo somos. Y jamas podremos llenarnos de todo lo que estamos destinados a contener. No al menos, hasta que vuelva por ti. Y solo entonces encontrar el equilibrio para llegar a despertar en nosotros lo que estamos destinados a ser. Un todo.
Nos vemos.
Hace frío y puede que llueva más tarde, yo siempre te recuerdo con más
intensidad cuando llueve. Tengo incluso la absurda preocupación de pensar
que puedes...
1 comentarios:
Realmente hay ocasiones en las que todos podemos sentirnos como un contenedor incompleto, pero varias en las que todo eso se va al mismisimo demonio...
En fin, genial que no tengas arraigo con el pedazo de tierra que te vio nacer, yo al parecer me estoy poniendo vieja jajaja.
Un abrazo bien bien grande te cuidas.
Te quiero mucho.
Atte.
Valentina Castro y sus fantasmas...
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